Revista Papel Político Estudiantil
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Fecha de publicación: Jul 28, 2022


Laura Marcela Bonilla Tovar
Carolina Dominguez
Anasol Estrada
Oriana Margarita Carmona Joly
Fecha de publicación: Jul 29, 2022


José David Escobar Franco
María Camila Perea
Daniela Osorio
Gabriel Rivera Camacho
Nicolás Rodríguez
Fecha de publicación: Jul 29, 2022


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Liceth Juliana Pedraza Novoa
Fecha de publicación: Jul 29, 2022


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Laura Daniela Ramírez Bueno
Fecha de publicación: Jul 29, 2022


Pedro Andrés Pineda
Angie Viviana Rivera
Fecha de publicación: Jul 29, 2022


Lina María Zárate Acosta

Lenin Moreno y el neoliberalismo vs el pueblo ecuatoriano: perspectivas estudiantiles de las protestas de 2019

Lenin Moreno and neoliberalism vs the Ecuadorian people: Student perspectives of the 2019 protests

Laura Marcela Bonilla Tovar** / Carolina Dominguez*** / Anasol Estrada**** /  Oriana Margarita  /  Carmona Joly*****

Resumen

En 2019 América Latina tuvo un gran momento de ebullición social. Varios países, entre estos Ecuador, hicieron parte de grandes movilizaciones sociales. En general, se protestó en contra del sistema neoliberal que, por su carácter de acaparación, empobrece a la sociedad. El texto hace un análisis histórico a partir del movimiento de alterglobalización y el planteamiento en contra de las prácticas neoliberales, pues esta fue una de las principales razones de la movilización en Ecuador. La mirada también se hace desde la teoría de la dependencia y evidencia el descontento de la población frente a la dominación de los países del centro.  Asimismo se observa la autonomía colectiva mostrada en las movilizaciones contra el Estado, especialmente, en contra de las políticas neoliberales. De otra parte y de manera innovadora, hacemos una doble comparación la cual pretende conocer la percepción de los universitarios de Ecuador y Colombia frente a las protestas. Se concluyó que, los procesos de movilización social fueron reconocidos por la mayoría de los estudiantes ecuatorianos, también que el apoyo a la movilización está relacionado con la aceptación de las formas disruptivas de protesta y no con el tipo de universidad, y que presenciar directamente las movilizaciones afecta la visión que se tiene de estas.

Palabras Clave:

Neoliberalismo, CONAIE, protestas, alterglobalización, universitarios, FMI.

Abstract

In 2019, Latin America underwent a period of social upheaval in which several countries, including Ecuador, saw large-scale social mobilization. In general terms, the object of the protests was the neoliberal system, which was perceived as having impoverished society. This article offers a historical analysis from the point of view of the alter-globalization movement and anti-neoliberal practices, these being some of the main sources of mobilization in Ecuador. The authors draw on the theory of dependency to showcase the discontent of the population in the face of the domination of the “core” states. Also discussed is collective autonomy as manifested in mobilization against the state and against neoliberal policies. In an innovative fashion, we make a double comparison, whose aim is to explore the perception of the protests of university students in Ecuador and Colombia. We conclude that (i) the processes of social mobilization were recognized by the majority of Ecuadorian students, (ii) that support for mobilization is related to the acceptance of disruptive forms of protest and not to the type of university the students attend, and (iii) that directly witnessing the protests affects the way they are perceived.

Key Words:

Neoliberalism, CONAIE, protest, alter-globalization, university students, IMF.

Introducción

Durante el año 2019, Ecuador enfrentó grandes protestas sociales encabezadas principalmente por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que tenían como propósito responder a las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional FMI (FMI), y llevadas a cabo por el presidente ecuatoriano Lenin Moreno con el objetivo de darle una apertura económica al país con mayores oportunidades en el escenario internacional. El paquete de reformas inició con el fin del subsidio al transporte y se marcaban en el decreto 883.

Las movilizaciones sociales que se presentaron en Ecuador se abordaron desde el grupo que mayor injerencia tuvo en estas. Aunque empezaron en el gremio transportador, las comunidades indígenas fueron las más presentes en resistencia, y presencia. De acuerdo con lo anterior, se pretende abordar el proceso (causas, consecuencias, etc.), de esta coyuntura en Ecuador profundizando sobre todo en la percepción de los universitarios acerca de esta situación.

En esta primera parte se establece una síntesis de las movilizaciones en Ecuador durante el año 2019 y se exponen las principales causas y consecuencias, así como sus actores. Luego, a partir del contexto y de los sucesos desencadenados, se dará una explicación teórica para entender las perspectivas desde las que se aborda la movilización. Así entonces, nuestro marco teórico estuvo dividido en el entendimiento conceptual de tres aspectos: el movimiento de alterglobalización, la teoría de la dependencia y la autonomía colectiva. Este enfoque nos permitió reflejar de una manera acertada la realidad de los movimientos sociales que se vivieron en Ecuador y también establecer la importancia de distintas condiciones materiales que ayudaron a definir la situación actual.

Por último, se llevó a cabo una encuesta con el objetivo de entender cuál es la percepción que tiene la población universitaria tanto en Colombia como en Ecuador respecto de las manifestaciones sociales ecuatorianas y las prácticas o métodos que se desarrollaron en estas. Para esto fueron entrevistados, por una parte, los estudiantes de distintas universidades públicas y privadas de Colombia con el fin de determinar si el entorno en que se estudia, el cual está afectado por la clase social, influye en la percepción de la protesta; y por otra, los estudiantes de la Universidad Católica de Ecuador y la Pontificia Universidad Javeriana, esto con el fin de analizar si la percepción de la movilización social cambia al no darse en el propio país.

Marco conceptual

Con base en la situación de orden público que se vivió en Ecuador el año pasado, y debido a las diferencias presentadas entre el gobierno y los distintos grupos sociales, se va a analizar este escenario por medio de tres espectros teóricos, que explican no solo el contexto ecuatoriano sino los sucesos que se desencadenaron. En primer lugar, y como punto focal, estudiaremos el movimiento de alterglobalización; en segundo lugar, se utilizará la teoría de la dependencia como herramienta teórica que permite entender el desarrollo, y el funcionamiento de los movimientos ecuatorianos; y en tercer lugar, se presentarán aspectos claves de los movimientos sociales que se relacionan directamente con la autonomía colectiva.

Con este planteamiento se iniciará el análisis con el estudio del movimiento de alterglobalización, el cual es un movimiento que va en contra de las prácticas neoliberales (no de la globalización), y que lucha constantemente por demostrar la importancia de la valoración de la diversidad. Este movimiento logra reflejar de una manera muy acertada la realidad de los movimientos sociales que se vivieron en Ecuador en 2019, porque se sabe que estos se encontraban en contra de las reformas neoliberales que se querían implantar.

Con esto en mente centraremos nuestra atención en dos aspectos: la importancia de valorar la diversidad, y la urgencia que hay por enmendar las externalidades de las prácticas neoliberales. Sobre el primer punto, se puede ver que las demandas del movimiento ecuatoriano responden a la atribución de una mayor valorización a la diversidad que hay en la sociedad, entendiendo esto desde los individuos —en especial el movimiento indígena—, quienes luchan porque se reconozca la existencia de diferentes modos de vida, con culturas diferentes, que deben ser respetadas tanto por los gobiernos como por los otros individuos. Básicamente, tal y como lo explica Pleyers (2010), lo que se busca no es volver la sociedad homogénea, por el contrario, se busca conservar las diferencias que existen en su interior, lo que hace preservar un escenario basado y fundamentado en el antagonismo puro, que impide el hecho que surja un pensamiento hegemónico que luego pueda derivarse en un adoctrinamiento. Lo anterior demuestra una relación directa entre las motivaciones de ambos movimientos, el indígena CONAIE y el de alterglobalización, ya que ambos luchan continuamente en pro del reconocimiento de las diversidades en la sociedad para así erradicar de una vez por todas la idea de tratar a todos por igual sin tener en cuenta cada una de sus particularidades y contextos.

Ahora bien, la segunda relación directa que encontramos entre el movimiento de alterglobalización y las demandas de los ecuatorianos es aquella que se relaciona con los impactos que tienen las políticas neoliberales, tanto para la democracia como para los individuos y hasta para el mismo país. La alterglobalización no va en contra de la globalización en sí, este movimiento más bien refleja el descontento que se tiene en el neoliberalismo y las prácticas, específicamente la dependencia a los mercados, la desigualdad social y económica. Es de esta manera, que se puede postular que ambos (el movimiento alterglobalización y el movimiento ecuatoriano), pretenden devolverle la importancia a la democracia, que ha sido arrebatada por el sector financiero, generando que las personas tengan una real incidencia en el proceso de decidir sobre el curso de los aspectos más importantes en el país, la alterglobalización busca a su vez valorar la diversidad, reconocer las diferencias entre los mismos grupos sociales ecuatorianos. De igual manera, y como lo evidenciamos en la revisión de prensa, muchos de los individuos que salían a manifestarse eran trabajadores que demandaban mejores condiciones de trabajo, para así reducir los niveles de desigualdad y asegurar un estilo de vida de cierta manera aceptable. Esto claramente lo podemos ver desde el punto de vista de la alterglobalización, el cual lucha para poderle dar una mayor importancia a los trabajadores en la arena global y así lograr un amplio reconocimiento de aquellos grupos que por su condición económica son marginados de la sociedad.

Ahora bien, al tener en cuenta la arena global y las afectaciones que esta ha tenido dentro del mismo país, las movilizaciones sociales revelan que una de las motivaciones de los ecuatorianos son las medidas exigidas por el FMI para continuar con la neoliberalización del país, medidas que han causado una serie de reformas tributarias y laborales que tienen un efecto negativo en la población civil ecuatoriana. Lo anterior se puede relacionar directamente con la teoría de la dependencia y el texto: “Vida, muerte y resurrección de las teorías de la dependencia” de Beigel (2006), ya que demuestra cómo la búsqueda del desarrollo llevó a Ecuador a caer nuevamente en dinámicas de dependencia. El caso de Ecuador refleja un sinfín de factores relacionados con esta teoría. La teoría de la dependencia refleja como eje central y como principal preocupación la gran dependencia latinoamericana y presenta así tres problemáticas principales relacionadas directamente con el caso ecuatoriano. En primer lugar, la fuerza interna y la relación centro periferia de dominación y opresión económica y social; en segundo lugar, el conflicto interno de las clases sociales dentro del país; por último, la búsqueda del desarrollo y la condición latinoamericana de subdesarrollo. Es importante tener en cuenta que las condiciones estructurales en Ecuador permiten evidenciar no sólo la dominación externa de otros países sino que demuestra la falsa industrialización y desarrollo, y esto como resultado de la falta de voluntad política que conlleva al actual descontento y a los problemas económicos del país.

 La relación de dominación de países externos en Latinoamérica es un factor clave para entender las movilizaciones ecuatorianas. Otra cuestión relevante es la premisa del desarrollo y el progreso, y así mismo el debate existente con el subdesarrollo, es decir, las movilizaciones sociales de Ecuador demuestran la búsqueda desesperada del gobierno por obtener un desarrollo imposible y un progreso económico a costa de la estabilidad social. Por último, otra condición importante es el cambio sistemático de la sociedad en favor de una ruptura y de una transformación global.

La relación centro-periferia (desarrollado y subdesarrollado respectivamente), históricamente ha configurado las relaciones de dependencia en el mundo. Después de las dictaduras de los años setenta Ecuador vio en el petróleo la oportunidad de mejorar su economía para lograr ser un país desarrollado, por lo cual adoptó ciertas políticas norteamericanas que pretendían asegurar la estabilidad monetaria aparentando un supuesto apoyo internacional y una nueva “moneda fuerte” (dolarización ecuatoriana) que traería una “estabilidad monetaria y fiscal” (Beiguel, 2006, p.303). Como se refleja en el estudio de prensa, las clases dirigentes ecuatorianas han puesto a instituciones como el FMI por encima de la población, y con esto han causado no solo un adoctrinamiento sino la división social en el país. Los movimientos indígenas son el principal grupo en contra del FMI y las políticas neoliberales ya que la lucha no es solo por una dependencia financiera o económica, sino también ideológica y teórica. Lo anterior es una muestra de las diferencias de clases en Ecuador lo cual produce una fuerte lucha de intereses entre las mismas, y aunque tienen objetivos diferentes, todos los grupos sociales buscan un cambio social positivo.

Otro aspecto que se puede observar tanto en la teoría como en las movilizaciones, es la falsa industrialización y desarrollo que los Estados prometen. El paquetazo del presidente Lenin Moreno demuestra, por una parte, el adoctrinamiento y la hegemonía de los países industrializados en Ecuador que están interesados en el petróleo, y por otra, el descontento social por falta de garantías sociales, laborales y económicas para la población. En este periodo la población civil manifiesta que no quiere una industrialización, mientras que el Estado mantiene la voluntad de acelerar el crecimiento social de la población debilitando así la figura estatal.

En el libro Movimientos sociales y autonomía colectiva de Dinerstein (2013) podemos analizar cuatro movimientos sociales ocurridos en las últimas tres décadas en América Latina. Estos movimientos sociales son analizados como eventos que a través de las prácticas de autonomía colectiva encabezaron la lucha social en contra y más allá de las imposiciones capitalistas y neoliberales de la época, cuestión que podemos relacionar con la actual situación en Ecuador en donde dichas imposiciones capitalistas y neoliberales son los principales detonantes de las movilizaciones.

Dinerstein aborda tres conceptos claves en su libro que resultan esenciales para entender las luchas sociales en Ecuador, estos son: autonomía, autonomía colectiva y normalización (de prácticas de autonomía colectiva). A través de estos conceptos, la autora enmarca las luchas sociales dentro de un sitio político de autonomía en el cual existe una tensión constante con el Estado porque hay una búsqueda permanente de cambio, en donde el Estado es usado para institucionalizar demandas sociales o es el enemigo que se busca acabar. Esto hace evidente la manera en cómo el Estado reacciona y actúa frente a la movilización y frente a sus miembros principales que son los indígenas.

            En primer lugar, la autonomía es entendida como el ejercicio de movilización social ejercido frente a los Estados y los partidos, pero sobre todo frente al mercado. Es importante analizar este aspecto en las protestas en Ecuador de 2019 ya que estas también se iniciaron por una demanda en contra de la subida del precio de la gasolina que afectó principalmente al movimiento indígena. Las manifestaciones en Ecuador expresaron una reacción tras el anuncio de ciertas medidas económicas por parte del gobierno de Lenin Moreno, puesto que los más afectados serían los sectores más pobres de la sociedad. De esta manera, tanto el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), La Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) y el Frente Popular (FP), se adhirieron a las protestas con el objetivo de recuperar la autonomía de estos grupos frente al gobierno ecuatoriano.

En segundo lugar, Dinerstein aborda el tema de la autonomía colectiva para explicar una determinada forma de las luchas sociales en donde las demandas se resuelven a través de la construcción de soluciones de manera colectiva. La autonomía colectiva surge en el momento en que se conforman movimientos y luchas que buscan combatir el capitalismo a través de su propio lenguaje. Este lenguaje se debe analizar dentro de las protestas y manifestaciones en tanto son símbolos y formas que permiten entender las causas y los objetivos de la lucha. Es importante tener este concepto en cuenta ya que, con la dinámica de la autonomía colectiva, los grupos manifestantes en Ecuador podrían considerar otras prácticas paralelas a la movilización en las calles como alternativa y complemento de la lucha social.

Antes de pasar al siguiente apartado es importante entender cómo el Estado suele normalizar las prácticas de autonomía colectiva al incorporar las demandas de los movimientos dentro del marco estatal. Aunque puede ser un resultado positivo de las manifestaciones también puede ser una forma en la que las luchas sociales pierden su carácter de rebelión y pierden su empoderamiento. Es vital entender de qué manera el Estado pudo normalizar las protestas en Ecuador al suplir sus demandas y en qué nivel se cumplieron los deseos de los movimientos involucrados.

Metodología

Esa investigación planteó un análisis histórico con el fin de mirar cómo desde la historia se puede explicar las coyunturas del presente. Según Delgado (2010), la investigación histórica funciona bajo la lógica inductiva-deductiva, es decir, se estudian acciones o actos pasados para determinar cómo podría ser el futuro. En este caso en específico, lo que se hizo de alguna manera fue revisar el contexto y las condiciones históricas materiales de la población de Ecuador para explicar por qué se dan las movilizaciones sociales.

De igual manera, se realizaron encuestas para conocer la percepción de las personas en el contexto que hemos señalado. En este sentido, la población que se escogió para llevar a cabo estas encuestas son estudiantes universitarios. La razón por la cual se escogió a la población de estudiantes de universidades se debe a que se considera que es uno de los grupos de la sociedad latinoamericana que más participación tiene en las movilizaciones sociales. Por lo anterior, es interesante saber cuál es la percepción que tiene este grupo que respalda las protestas. Esto parte de la consideración de que los estudiantes tienen mayor iniciativa y razón para movilizarse, ya que las reformas afectan la educación presente y futura, por lo que son estas generaciones las que mayormente se ven afectadas, y las que más necesitan un cambio sustancial.

Es importante mencionar que se hará una doble comparación, con lo cual se pretende, por un lado, mirar si la pertenencia al país donde se llevan a cabo las protestas influye en la percepción que se tiene sobre estas. Y por otro lado, se mira a Colombia, país que también se vio envuelto en la ola de manifestaciones de 2019, interesa observar en qué medida influye la pertenencia a universidades públicas o privadas dentro de la percepción que se tiene sobre las protestas sociales. Lo anterior, si se tiene en cuenta que las universidades públicas son actores más activos dentro de las protestas sociales porque hay un ideal relacionado con la clase social dependiendo de la entidad universitaria a la que se pertenece.

En la primera comparación se mirará la percepción que se tiene de la movilización desde la Pontificia Universidad Católica de Ecuador y la Pontificia Universidad Javeriana, ambas universidades privadas. Con esta comparación, lo que se busca es indagar en qué manera se ve influenciada la percepción de los estudiantes sobre la movilización al ser parte del país (o no) de donde se están presentando las protestas. De igual forma, se eligen universidades privadas, ya que estas han ido abriéndose espacios en la protesta social, aun cuando antes sus miembros eran bastante críticos con las movilizaciones sociales, y con las diferentes formas de protesta. Con la segunda comparación se observará si hay una diferencia en la percepción que hay dentro de esta misma población universitaria, pero en universidades públicas y privadas de Colombia con el fin de analizar si marca alguna diferencia el entorno en el que se estudia, por ejemplo, que es afectado por factores como la clase social.

Ahora bien, en cuanto al número de encuestas en la primera comparación se realizaron un total de 30 encuestas, determinadas por la cantidad de estudiantes de Ecuador a los que pudimos aplicarles el cuestionario; por ende, se hicieron 15 a universitarios de Ecuador y 15 a universitarios de Colombia. En la segunda comparación se realizó un total de 40 encuestas, 20 en universidades privadas y 20 en universidades públicas. Este número de encuestas se determinó por la cantidad de encuestados de universidades públicas que pudimos reunir. Lo anterior se puede ver resumido en la Tabla 1.

Tabla 1

Perfil de los encuestados

Fuente: Creación propia.

Asimismo, es importante hablar sobre el proceso de realización de las encuestas. Debido a la situación de salud global actual, estas se realizaron por medios electrónicos (formularios google). De esta forma, se generó un link que fue difundido por medio de redes sociales principalmente (Facebook y Whatsapp), a estudiantes tanto de Colombia como de Ecuador. En este punto, se puede mencionar que la Universidad Católica de Ecuador, en la página estudiantil de Facebook de Psicología publicó la encuesta para difundirla en las redes estudiantiles de Ecuador; mientras que las encuestas realizadas a estudiantes en Colombia se hicieron por medio de la difusión de estas en grupos universitarios a los que se pertenece. Se recibieron alrededor de 80 respuestas. Esto nos llevó a un proceso de selección y categorización que únicamente tomó en cuenta las encuestas que estaban llenas en su totalidad, obteniendo, así, 70 encuestas que se dividieron en dos grupos correspondientes a las dos comparaciones.

Síntesis de la movilización social en Ecuador

Las movilizaciones en Ecuador iniciadas el 2 de octubre de 2019 empezaron con el gremio transportador y fueron fortalecidas por la CONAIE. Serrano (2019) menciona que estas movilizaciones tienen su razón de ser en las seis políticas neoliberales que impone el FMI al presidente Lenin Moreno. Dentro de estas reformas se pedía la disminución de salarios y la eliminación de subsidios al combustible —los cuales llevaban en vigor 45 años—, entre otras. Lo anterior lleva a que la población ecuatoriana, por un lado, sienta un profundo descontento con su presidente, pero por el otro, emerge una empatía entre los mismos ciudadanos que consideran están teniendo una disminución en su calidad de vida.

Ahora bien, Serrano (2019) menciona que los sucesos que llevaron a las protestas en el país empiezan el 21 de marzo de 2019, después de que el presidente Lenín Moreno anunciara que ha logrado un acuerdo con el FMI para recibir una mayor capacidad crediticia. En este acuerdo, Ecuador acepta que se hagan ciertas reformas en el país tales como una reducción del déficit fiscal, reducción de gastos y aumento de ingresos, y un compromiso de aprobación de reformas en el Código Laboral, con miras en la reducción de costos de contratación y despidos. Todo lo anterior, con el fin de avanzar hacia la neoliberalización del país.

Como respuesta a las modificaciones de orden estructural que pedía el FMI, el 1 de octubre Lenín Moreno anuncia que se dará una suspensión de los subsidios a los combustibles, figura que, como se ha mencionado anteriormente, tenía una vigencia de 40 años. Lo anterior, llevaría a un alza de tarifas del transporte público. Asimismo, Serrano (2019) indica que Lenin Moreno postula su decisión de abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Estas reformas que estaba instaurando el gobierno y la anulación del subsidio al combustible fueron los principales desencadenantes de las protestas sociales, que además traían de fondo una lista de inconformidades sociales por parte de la población, como la cuestión territorial, la identidad cultural y la desigualdad, entre otros.

Al tiempo que Moreno iba oficializando las medidas, el FMI presentaba total respaldo a los cambios instaurados, postulando que “el paquete de ajustes económicos busca un crecimiento más sólido” (EFE, 2019). Sin embargo, la sociedad ecuatoriana, contrario a lo que postulaba el FMI, sentía una afectación directa, ya que al tener un alza de los precios del combustible se termina también el subsidio en este ámbito, por lo que perjudicaba de manera negativa a grandes sectores de la población debido a que estas medidas no eran amigables con la clase media y baja, lo que condujo al levantamiento del pueblo.

De manera que entre el 2 y 3 de octubre de 2019 empiezan las movilizaciones en Ecuador auspiciadas principalmente por el gremio de transportadores, quienes fueron los primeros en estar directamente afectados por dicha alza de la gasolina. A esta parte se unen entonces los grupos indígenas CONAIE, de hecho es importante reconocer que esta población “pertenecen a la capa más vulnerable de la población ecuatoriana, trabajan mayoritariamente la tierra y necesitan combustible para sus máquinas agrícolas” (Maneto y España, 2019).

En esta línea de ideas, la población civil empieza a movilizarse y a bloquear Quito la capital de Ecuador. Es aquí cuando se empiezan a dar los primeros enfrentamientos entre la sociedad civil y la fuerza policial, lo que trae como consecuencia heridos, muertos, desaparecidos y detenidos, entre otros, que fueron acompañados por denuncias a medios y organizaciones internacionales por las violaciones de derechos humanos.

Presionado por las protestas, el presidente Moreno se reúne con el gremio transportador el 5 de octubre para negociar con ellos y llegar a un acuerdo que detenga las movilizaciones de este grupo, y recalca que son los primeros promotores del paro ecuatoriano. En dicha negociación se establece que el alza del combustible no influirá directamente con el gremio dado que los usuarios del servicio de transporte pagarán por medio de un aumento a las tarifas del transporte el aumento del hidrocarburo. Con esta decisión, Moreno genera un aumento en la magnitud de las protestas debido a que los grupos indígenas, la población civil, sindicalistas, etc., siguen llevando a cabo fuertes acciones de protesta para que se dé una solución total y duradera frente a la problemática, pues la nueva decisión los sigue afectando.

Ahora bien, la magnitud de las protestas lleva a que el 7 de octubre Lenín Moreno suspenda las actividades en Quito y traslade la sede de gobierno a Guayaquil. Esto se da como una forma de evadir las presiones que se estaban ejerciendo en la capital, específicamente a la Asamblea Nacional y al Palacio Presidencial, pues estos lugares habían sido atacados directamente por los manifestantes. De igual forma, Serrano (2019) menciona que el presidente Moreno acusa a Nicolás Maduro y a Rafael Correa de promover estos actos “vandálicos”. Por su parte, los manifestantes ingresan a la contraloría, acto que desemboca en la instauración de un toque de queda.

La CONAIE es el principal actor de estas jornadas de movilización social y está acompañada por estudiantes, familias y el resto de la población civil del país. Estas personas contaron con el apoyo de varias ONGs que estaban en el país para denunciar todos los abusos y las violaciones de DDHH que se estaban perpetrando contra la sociedad. Estas organizaciones no gubernamentales hacían parte de la Red Transnacional de Defensa (RTD) de Ecuador, estas funcionan como herramientas para mediar y resolver conflictos entre la población y el gobierno de Lenin Moreno. De esta forma, estas ONGs (que integran la RTD ecuatoriana, y dentro de la cual se encuentra la misma CONAIE) buscaban proteger a las personas de los abusos del poder, y a su vez presionar para evitar que estas reformas neoliberales se implantaran y continuarán afectando la vida de los ecuatorianos.

Adicionalmente, la BBC (14 de octubre, 2019) menciona que el rol de la mujer indígena en estas protestas llegó a ser bastante importante, pues fueron ellas quienes en gran parte se movilizaron de manera masiva en las calles, no solo en contra de las reformas económicas que quería llevar a cabo el presidente Moreno sino para denunciar todo tipo de abusos que viven diariamente las mujeres y las personas en general en Ecuador. Por otro lado, el gobierno de Lenin Moreno contó con el apoyo de las Naciones Unidas, así como también de gobiernos de otros países como Argentina, Colombia y Brasil, quienes fueron garantes de los diálogos entre las partes en conflicto mientras rechazaban las diferentes formas de violencia que se presentaron por parte de los manifestantes.

Las protestas terminaron el 13 de octubre cuando Lenín Moreno se reunió a dialogar con la CONAIE y puso fin al decreto 883, en donde se pactaba suspender el subsidio al combustible y las nuevas reformas económicas y laborales. En este encuentro se decide derogar el decreto, y el gobierno promete crear uno nuevo que garantice más transparencia y equidad. De esta forma, surge el decreto 894 que deja sin efecto al anterior y, además, establece que se debe proceder de manera inmediata a elaborar uno nuevo “que permita una política de subsidios de combustibles, con enfoque integral, con criterios de racionalización, focalización y sectorialización, que precautela que éstos no se destinen al beneficio de mayores recursos económicos, ni a contrabandistas de combustibles” (Presidente Constitucional de la República, 2019). Así concluyó esta jornada de movilizaciones en las que los dirigentes indígenas hicieron un llamado a la paz y volvieron a habilitar las vías a lo largo del país. En VOA (15 de octubre, 2019) podemos observar que luego de los 12 días de protestas, Ecuador, y en especial Quito, volvieron a la calma, y los grupos indígenas se retiraron del núcleo de las protestas y regresaron a sus lugares de origen.

La sociedad civil, de manera voluntaria, ayudó a recuperar y limpiar los lugares de la ciudad que se vieron afectados durante las movilizaciones, muchos de los cuales eran patrimonios históricos que fueron dañados como forma de protesta contra una nación que durante mucho tiempo los estaba oprimiendo. Así, el país fue retomando la normalidad, las personas volvieron a sus rutinas y los sistemas de transporte empezaron a funcionar nuevamente (El tiempo, 15 de octubre, 2019). Es importante mencionar que esta jornada deja al presidente de Ecuador con una deuda enorme que afrontar (que pensaba suplirse con la eliminación del subsidio de la gasolina). De igual manera, Moreno debe enfrentarse a la crisis económica que llega luego de que, el 17 de noviembre, el congreso votará en contra de las reformas económicas que pretendía implantar.

Percepción de las movilizaciones

Ahora bien, respecto a las percepciones que tienen las personas sobre las movilizaciones, y como se ha mencionado anteriormente, por medio de una encuesta que se realizó en línea se hace un doble análisis comparado. Por un lado, se estudian dos universidades privadas, una de Ecuador y una de Colombia, y posteriormente, se hace un paralelo entre universidades de Colombia, públicas vs. privadas. El objetivo es poder mirar si las visiones sobre las movilizaciones cambian dependiendo del país (siendo uno de origen y uno externo); y posteriormente, mirar si desde la percepción externa, estar en instituciones públicas o privadas cambia la visión sobre las protestas, en el entendido de que estas últimas tienen mayores privilegios desde donde se pueden invisibilizar o minimizar algunas problemáticas.

Pontificia Universidad Católica de Ecuador vs Pontificia Universidad Javeriana

La Pontificia Universidad Católica de Ecuador así como la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá son universidades privadas que comparten ciertos temas ideológicos. Ambas tienen principios relacionados con la iglesia, aunque es pertinente recalcar que no todos sus estudiantes practican o son creyentes, los lineamientos educativos se ligan con esto.

Lo anterior, nos da el paramento principal para hacer una comparación entre estas dos universidades, en donde lo que se pretende mirar, es si el hecho de ser perteneciente o no al país en el cual se están llevando a cabo las protestas influye en la percepción que se tienen sobre las mismas.

Los resultados que encontramos de las encuestas son los siguientes: para empezar, respecto al posicionamiento político que tienen los estudiantes encuestados, en el caso de la PUJ encontramos que el 60 % de los estudiantes encuestados se consideran a sí mismos de centro-izquierda; mientras que, en el caso de la PUCE, los estudiantes se posicionan a sí mismos en proporciones iguales con un 26,7 %, tanto en izquierda como centro-izquierda. Esto nos permite evidenciar que dentro de los estudiantes encuestados existe un direccionamiento hacia el centro-izquierda, y muestra entonces una similitud ideológica entre los estudiantes de ambas universidades.

Ahora bien, en cuanto al conocimiento que tenían los estudiantes de ambas universidades sobre las movilizaciones que se presentaron en Ecuador en el 2019, tanto en la PUJ como en PUCE, todos los encuestados tenían conocimiento sobre lo que había sucedido en el país en ese año. De igual forma, se preguntó si tenían conocimiento sobre los actores que habían participado en esta jornada de movilizaciones y se obtuvo que en la PUJ (12) conocen sobre los actores que habían estado presentes (80 %), mientras que (3) no sabían nada al respecto (20 %). Se puede observar entonces que, aunque todos los estudiantes afirman conocer las movilizaciones, no tienen conocimiento de los actores que influyen en ellas. En el caso de los estudiantes ecuatorianos 14 (93,3 %), de ellos sabían quiénes participaron mientras que solo uno de ellos (6,6 %) no sabía.

En el caso de la Javeriana el 46,7 % de los estudiantes coincide en que los grupos indígenas fueron los principales actores que se vieron involucrados en las protestas, seguido por un 16,7 % que considera que también se involucraron los grupos transnacionales. Lo anterior en el entendido que son grupos que se encuentran ubicados y participan en varios países. En el caso de la PUCE, el 55,6 % de los estudiantes encuestados plantearon que los grupos indígenas fueron los principales actores de estas movilizaciones, y un 22,2 % considera que fueron grupos al margen de la ley. Esto nos deja ver que tanto en los estudiantes ecuatorianos como en los colombianos se tiene un conocimiento en rasgos generales sobre las movilizaciones, y también de qué tipo de actores participaron en las movilizaciones. La mayoría coincide en que los grupos indígenas fueron quienes más participación tuvieron en estas protestas y los reconocen como actores fundamentales.

De igual forma, se pudo percibir que mientras los estudiantes colombianos consideraban que el siguiente grupo de mayor participación en las movilizaciones fueron los grupos transnacionales, desde la visión ecuatoriana, se cree que fueron grupos insurgentes quienes en realidad estuvieron involucrados en estas. Con esto se muestra una mirada un tanto más negativa de las protestas que la visión colombiana, al considerar que dentro de los actores que participaron en la protesta hay actores ilegales. Con estos resultados, se deja claro que se tiene una visión diversa sobre cuáles fueron los actores de estas movilizaciones, lo cual, desde un punto de vista del movimiento de alterglobalización resulta pertinente pues demuestra esta lucha y la importancia que tiene la diversidad en los movimientos que participan en las movilizaciones; y esta diversidad en los movimientos, a su vez, permite demostrar esa gama de expresiones y formas de percibir la realidad que se manifiesta en los actores que participan. Esto se ve especialmente en el hecho de que sea un movimiento indígena el principal actor en movilizarse, que tiene la capacidad para plantar su voz en contra de reformas que buscan homogeneizar la sociedad, porque estas ignoran las particularidades y los contextos en los que vive cada persona en el país, con lo cual afectan a unos más que a otros.

Adicionalmente, se quiso conocer qué percepción tenían los estudiantes de las dos universidades sobre las causas principales por las que se habían presentado las movilizaciones y se encontró que el 78,6 % de los estudiantes encuestados de la Universidad Javeriana consideran que las reformas económicas que estaba haciendo el gobierno, entre ellas la eliminación del subsidio a la gasolina, fue la principal. En el caso de los estudiantes ecuatorianos encuestados, el 46,7 % de ellos considera también que la causa principal fueron las reformas económicas, pero un 20 % y en iguales proporciones, considera que la causa se debió a la desvalorización del trabajo indígena, y a las políticas y al gobierno actual.

Esto nos muestra entonces que, si bien los estudiantes colombianos tenían una idea clara sobre cuál era el motivo de las protestas en Ecuador, los resultados de la PUCE nos dejan ver que no había solo una razón para protestar sino que existían más razones. Además de las reformas económicas que motivaron a las personas a salir a las calles, entre ellas el poco reconocimiento que se le da a la población indígena del país y que representa gran parte de la sociedad, también existe un descontento con el actual gobierno en el poder y con las políticas que se están llevando a cabo. Sin embargo, los resultados confirman que es claro que las reformas económicas neoliberales fueron la principal razón que motivó las protestas, lo que evidencia esa relación con el movimiento alterglobalización, pues las políticas neoliberales que se querían implantar motivaron los movimientos en Ecuador en contra de las reformas. Por lo que permite observar el descontento que sentían los encuestados por estas, debido a que generaban mayor dependencia al mercado, pero sobre todo aumentaban la desigualdad social y económica. A su vez estas movilizaciones que se presentaron, especialmente por razones económicas, demuestra ese descontento que siente la población por esa intervención que viene de países y de organizaciones del centro. En este caso, de reformas económicas que eran promovidas principalmente por el FMI y que evidencian la relación de dominancia de países externos a América Latina. Estos países dejan ver esa realidad histórica que viven los países de la periferia, y sobre todo esa dependencia que al final no es solo económica sino también política.

Para continuar con el análisis sobre las jornadas de movilizaciones que se presentaron en Ecuador desde el propio país y uno vecino, se cuestionó a las personas sobre qué tan de acuerdo o no estaban con una serie de factores para conocer su percepción sobre lo sucedido en el país.

En primer lugar, se preguntó qué tan de acuerdo estaban con las movilizaciones que se habían dado. Se encontró que el 73,3 % de los estudiantes de la PUJ estaban muy de acuerdo con esto. En el caso de Ecuador las respuestas fueron un poco más variadas y se encontró que el 40 % estaba muy de acuerdo con las movilizaciones, pero existe un 20 % que estaba muy poco de acuerdo con estas. Esta pregunta entonces se relaciona con la propuesta del movimiento alterglobalización porque los estudiantes también suelen ser uno de los grupos que se manifiestan en contra de las reformas neoliberales, que no solamente los afecta a ellos por ser las nuevas y próximas generaciones sino que además influye muchas veces de manera negativa. Por ejemplo, en temas de empleo, mejores condiciones de trabajo, de medio ambiente y estilos de vida más amigables, que suelen ser aspectos por los cuales esta población se interesa y preocupa.

En segundo lugar, se cuestionó sobre su percepción de la visibilidad de la manifestación a través de los grafitis. En el caso de la Javeriana, el 40 % estaba muy de acuerdo con esto, seguido de un 26,7 % que considera que estaban parcialmente de acuerdo. En la PUCE se obtuvo que el 33,3 % de los encuestados por partes iguales estaba de acuerdo y, a su vez, muy poco de acuerdo. Por último, se quiso conocer cuál era la visión que se tenía sobre la intervención de la policía antidisturbios en las manifestaciones. Respecto a la PUJ se encontró que un 46,7 % de las personas encuestadas está poco de acuerdo con esto, seguido de un 26,7 % que está muy poco de acuerdo. En el caso de la PUCE, el 33,3%, en proporciones iguales, está muy de acuerdo, y de acuerdo con esta intervención; algo completamente opuesto a los resultados obtenidos con los estudiantes de la Javeriana. En este punto, se puede analizar y entender a partir del hecho que en el 2019 la comunidad universitaria de la Javeriana tuvo un encuentro no muy favorecedor con la policía antidisturbios, en donde hubo un exceso de la fuerza y una violación a la autonomía universitaria, y esto puede explicar un cambio de percepción sobre la policía antidisturbios.

Ahora bien, en los resultados presentados sobre la percepción de estos factores que confluyen en las movilizaciones en Ecuador, se encuentra que los estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana suelen tener una percepción un poco más positiva sobre el tema más que los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador. Lo anterior se puede entender debido a que las afectaciones y experiencias que dejó esta jornada de movilizaciones fue directa para los estudiantes de Ecuador, pues fueron ellos quienes, de alguna manera, vivieron estas situaciones de una forma mucho más cercana que los estudiantes de la Javeriana. Esto también sugiere que cuando se ven este tipo de situaciones desde afuera se puede tener una imagen mucho más positiva, debido a que no hay afectaciones y/o relación directa.

Universidades públicas vs. universidades privadas en Colombia

En esta segunda parte se observará si existe una diferencia en la percepción que hay dentro de la misma población universitaria haciendo una distinción entre universidades públicas y privadas de Colombia. Tal como lo mencionamos anteriormente, esta indagación se hace con el fin de analizar si existe alguna diferencia en el análisis del entorno en el que se estudia, y que es afectado por factores como la clase social. Consideramos sustancial resaltar que incluimos esta distinción para demostrar que muchas veces existen sesgos en la sociedad respecto a las personas y sus ideales, o preferencias políticas. El fin de esta encuesta, y en particular este segmento, es poder desmentir muchas de estas percepciones que existen en el contexto colombiano sobre qué piensan y cómo actúan los estudiantes de las universidades frente al tema de las movilizaciones.

Teniendo en cuenta lo anterior, decidimos dividir este segmento en dos partes. El primero demostrará en términos generales cuál es el conocimiento que tienen 40 estudiantes (20 de universidades privadas y 20 de universidades públicas) sobre las movilizaciones que se llevaron a cabo el año pasado en Ecuador. Y el segundo demostrará cuál es la percepción que tienen ellos sobre las prácticas y métodos que pueden desarrollarse en las manifestaciones. Es importante resaltar que para este análisis utilizamos factores como la edad, la carrera y los espectros políticos de las personas encuestadas dado que consideramos que esto nos permite realizar una investigación mucho más profunda.

Para empezar, le preguntamos a los encuestados si conocían o no las movilizaciones que se presentaron en Ecuador en el 2019. En este caso (36) personas respondieron afirmativamente mientras que (4) respondieron que no. Al momento de analizar los resultados dividimos las respuestas entre los estudiantes que hacían parte de una institución educativa pública y los que hacían parte de una privada, y pudimos encontrar que los resultados en ambos casos fueron iguales: (18) dijeron que sí conocían los hechos mientras que (2) estudiantes no. Algo que nos llamó la atención en esta pregunta no solo fue el hecho que fueran iguales los resultados sino que de las cuatro personas que dijeron que no, tres actualmente cursan una carrera de ingeniería.

En segundo lugar, les preguntamos a los estudiantes si tenían conocimiento sobre los actores que hicieron parte de las movilizaciones, aspecto que consideramos muy importante para establecer si verdaderamente había un entendimiento de los actores y las motivaciones que permitieron el desarrollo de las movilizaciones en Ecuador. El 52,5 % respondió que sí mientras que el 47,5 % respondió que no. Aquí claramente podemos evidenciar una brecha diferencial mucho menor que en la pregunta pasada, sin embargo, en ambos casos de estudio, los resultados de las variables demostraron una distinción. Mientras que en las universidades públicas la mayoría de las personas (11), dijeron que no conocían los actores de las movilizaciones, en las universidades privadas la mayoría de los encuestado (12) respondieron que sí los conocían. De manera que realizamos un análisis más profundo de otras variables, y encontramos que de las personas que dijeron no conocer a los actores la gran mayoría estudiaba ingeniería, mientras que las que dijeron que sí se encuentran cursando una carrera de humanidades (Derecho, Ciencia Política, Relaciones Internacionales, etc.), claramente había unas cuantas excepciones a esta regla. Con este mismo objetivo les pedimos que nos mencionaran puntualmente los actores que desde su punto de vista habían tenido un papel activo en las movilizaciones, lo cual demostró que, en ambos casos, más del 85 % de las personas consideraban que los grupos indígenas y los grupos transnacionales habían sido los más importantes en las movilizaciones.

En tercer lugar, decidimos preguntarles a los participantes sobre cuáles creían que eran las causas por las que aquellos actores se movilizaban, así pudimos encontrar que en términos generales las personas consideraban que eran por inconformidades económicas relacionadas con los nuevos ajustes económicos. Algo que nos pareció interesante encontrar es que muy pocas de las respuestas a esta pregunta estaban relacionadas con temáticas de desigualdad. Considerábamos que por el hecho que la gran mayoría de las personas respondieron que los grupos indígenas eran los actores más importantes en las movilizaciones, iba a haber una cierta relación entre estas dos preguntas. Sin embargo no fue así, tan solo (2) de los (40) encuestados respondieron algo relacionado con la desigualdad.

Para cerrar la primera parte de este segmento, y teniendo en cuenta un poco el contexto de las otras preguntas, decidimos preguntarles a los estudiantes que en un rango de 1 a 5 (siendo 1 muy poco de acuerdo y 5 muy de acuerdo), qué tan de acuerdo estaban con la razón por la que se movilizaron los actores. Encontramos que el 87,5 % de los estudiantes están de acuerdo o muy de acuerdo con las motivaciones de las movilizaciones. Solamente el 7,5 % era parcial a esta pregunta, y el 5 % estaba poco o muy poco de acuerdo con las razones. En este caso no pudimos encontrar alguna relación con la variable de las carreras, sin embargo, sí se evidenció que la mayoría de las personas cuyas respuestas estuvieron entre muy poco de acuerdo y más o menos de acuerdo, se ubican todas en el espectro político del centro.

En la segunda parte del análisis se pretende conocer la percepción que tienen los estudiantes sobre las prácticas o métodos utilizados durante las manifestaciones, y acerca de las protestas en un ámbito más general. Para esto se realizó la siguiente pregunta: ¿está usted de acuerdo con la realización de paros nacionales como modo de protesta? A partir de dicha pregunta se obtuvieron los siguientes resultados. En primer lugar podemos apreciar que dentro de las universidades públicas (12) dijeron estar muy de acuerdo y (8) de acuerdo, y se encuentran en su mayoría de acuerdo en que los paros nacionales son una forma efectiva de protesta. Entre tanto en las universidades privadas se evidencia que, aunque la mayoría de las personas están de igual manera de acuerdo con la realización de los paros, se observa una mayor dispersión en los datos, ya que (5) personas dijeron que se encontraban en total desacuerdo, es decir, un 6 % del total de la población. Si bien sigue siendo un porcentaje bajo respecto a los que están de acuerdo, sí permite reflejar una diferencia respecto a las universidades públicas, donde ninguna persona pareciera estar en desacuerdo con los paros como forma de protesta. Por otra parte, de dicha información no es posible relacionar otras variables tales como ideología política o carrera, porque con información no se logra evidenciar un patrón de este tipo.

La siguiente pregunta está más relacionada con la opinión de los participantes respecto a los graffitis, los cuales se entienden como una forma de expresar descontento ante una situación política en particular. La pregunta fue: ¿está usted de acuerdo con la visibilización de la protesta a través de escritos en paredes, graffiti, entre otros? A partir de esta pregunta podemos apreciar varios aspectos. En primer lugar, hay que señalar que este interrogante tuvo mayor polaridad dentro de la encuesta. Dentro de las respuestas de la universidad privada podemos ver que la mayoría de los participantes (12) afirmaron no estar de acuerdo con dicha forma de expresión, es decir que más del 85 % de las personas no aprueban dichas formas de expresión. En contraste, en la universidad pública se refleja que la gran mayoría está a favor de visibilizar la protesta por medio de grafitis; la mayoría de los encuestados ubicó su respuesta en estar totalmente de acuerdo, y solo una persona posicionó su respuesta en desacuerdo.

Y para finalizar se les preguntó: ¿está usted de acuerdo con que la policía antidisturbios intervenga cuando hay manifestaciones y protestas que afecten de cualquier forma (movilidad, seguridad, etc.), a otros ciudadanos? Dentro de las universidades privadas los resultados fueron los siguientes: de manera inesperada, los datos se encuentran distribuidos de una manera más o menos equitativa, la mayoría de las respuestas (7), se ubican en la categoría de “parcialmente”, lo que quiere decir que los estudiantes de universidades privadas no están en desacuerdo con la presencia e intervención de la policía antidisturbios, pero tampoco están totalmente de acuerdo. Esto nos permitiría afirmar que los estudiantes de las instituciones privadas mantienen una posición neutral frente a dicha intervención. La encuesta arroja que, aunque sí hay una mayor tendencia hacia no estar de acuerdo con un total de (4) votos, una sola persona refleja estar en total acuerdo. En este sentido, se demuestra que la tendencia dentro de las respuestas de los estudiantes de universidad privada está en el margen de la neutralidad, frente a lo que sucedió en el caso de las universidades públicas, las cuales en su mayoría demostraron no estar de acuerdo. Esto permite afirmar que los estudiantes de universidades privadas en Colombia no tienen una posición favorable frente a la policía antidisturbios, ligado a la posición política, ya que en la neutralidad de las universidades privadas se evidencia paralelamente una inclinación hacia el centro, mientras que, en las públicas, dicha inclinación no es tan relevante ni significativa. Ahora bien, en los resultados de los estudiantes de universidad pública se constata un panorama bastante similar al de la universidad privada respecto a las personas (5) que se mantuvieron de forma neutral. Sin embargo, en este caso la mayoría de los encuestados dijo no estar de acuerdo con la presencia de dichos grupos policiales. Esta pregunta al igual que la anterior, y a diferencia de las otras que formulamos, demuestra una brecha diferencial entre los estudiantes de ambas universidades bastante evidente. Aunque no podemos decir que las respuestas son totalmente contrarias, sí podemos afirmar que la mayoría de las perspectivas se encuentran ubicadas en categorías distintas.

Conclusiones

Con base en el análisis realizado podemos concluir que, en términos generales, todas las personas encuestadas tenían un conocimiento claro sobre las protestas que habían ocurrido en el país, independientemente del país donde estuvieran ubicados. Sin embargo, sí se pudo percibir que los estudiantes ecuatorianos, tienen un conocimiento más a fondo, como es de esperarse, de las inconformidades que tiene la sociedad y de las diferentes razones por las que se protestaba, pues no eran solo las reformas económicas lo que generaba el descontento del pueblo ecuatoriano sino una serie de problemas sociales que se viven diariamente, así como un desacuerdo con el gobierno de turno.

Igualmente, a raíz de las preguntas sobre qué tan de acuerdo o no estaban los estudiantes sobre las razones por las cuales se movilizaron las personas en Ecuador, así como el uso del graffiti y la intervención de la policía antidisturbios, encontramos una brecha diferencial bastante interesante en la que los estudiantes de la Javeriana y los estudiantes de la PUCE se ubican en posiciones muy distintas. Esto nos permitió llegar a la conclusión que el hecho de vivir en el país donde ocurren las manifestaciones y vivir de primera mano lo ocurrido allí, así como sus repercusiones, ocasiona que la percepción sobre la movilización en el país no se vea tan positiva, en comparación al caso contrario de los estudiantes de la Universidad Javeriana en Colombia, donde se suele tener una percepción más positiva de la movilización cuando se ve desde afuera y no de manera directa.

            Ahora bien, respecto a la comparación y análisis sobre la percepción de los estudiantes de Colombia de universidades públicas (Universidad de Cartagena y Universidad Nacional), y privadas (Universidad Externado, Universidad de los Andes, y Universidad La Sabana), nos parece importante resaltar que hay preguntas (cuarta y quinta), que nos ayudan a demostrar que no solo son los estudiantes de las universidades públicas quienes apoyan los paros nacionales, sino también los estudiantes de las universidades privadas (en su gran mayoría). Las percepciones que se tienen de las manifestaciones no están ligadas en su totalidad al hecho mismo de la universidad, ya que tienen más influencia la carrera que estudian los estudiantes o la ideología política por la que más se inclinan.

Como se demostró anteriormente, muchas veces los estudiantes que no tenían conocimiento sobre las movilizaciones eran personas que actualmente estudian carreras diferentes a las de humanidades, aspecto que, aunque consideramos que claramente no los hace menos “aptos” para saber del tema, no están en un entorno diario que les permita informarse más fácilmente sobre asuntos internacionales. Debemos aclarar que esto es solo una posible hipótesis del porqué estas personas en ese caso respondieron desde esa perspectiva, teniendo en cuenta que aquellas otras que sí hacían parte de carreras de humanidades a lo largo de la encuesta demostraron mucho más conocimiento de lo que ocurría.

Sin embargo, hubo algo en nuestra investigación que nos llamó mucho la atención. En las últimas dos preguntas sobre la visibilización de las protestas a través de graffitis y la presencia de policía antidisturbios en las marchas pudimos revelar que las respuestas demostraron una brecha diferencial bastante amplia. En ambas preguntas los resultados de las percepciones de los estudiantes de las universidades públicas se ubicaron en categorías distintas a las de los estudiantes de universidades privadas. Esto nos permite decir que los universitarios, a causa de los inconvenientes presentados con la fuerza pública (exceso de fuerza, represión etc.) en los últimos años, tanto en Ecuador como en Colombia, mantienen una postura neutral o parcial respecto al tema. Sin embargo, la percepción general sobre la presencia de la policía antidisturbios sigue siendo negativa.

Por último, nos parece importante resaltar que la pregunta referente a los grafitis es la que más nos permite mostrar las diferencias entre las percepciones de los estudiantes de universidades públicas y privadas. Los resultados son totalmente opuestos, es decir, por lo menos hay un lado dentro de las manifestaciones sociales que genera discordia. Esto, no sólo porque revela la brecha entre personas que se identifican con la ideología política de derecha con aquellos que se identifican con la izquierda, sino que la verdadera diferencia radica en actos derivados de las manifestaciones, donde la universidad privada demostró no estar de acuerdo con actos como los grafitis que muchas veces están asociados con problemas y disturbios dentro de las manifestaciones. Consideramos importante resaltar que la última razón sería una posible hipótesis de porqué se obtuvieron dichos resultados.

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* Artículo de investigación científica y tecnológica.

** Estudiantes de octavo semestre de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana. Correo de contacto bonilla_laura@javeriana.edu.co

*** Estudiantes de octavo semestre de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana. Correo de contacto carolina.dominguez@javeriana.edu.co

**** Estudiantes de octavo semestre de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana. Correo de contacto anasol.estrada@javeriana.edu.co

***** Estudiantes de octavo semestre de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana. Correo de contacto carmonaoriana@javeriana.edu.co